El presente estudio sobre los movimientos migratorios de la población española, tanto autóctona como extranjera tiene como objetivo detectar y analizar el abandono poblacional sufrido por determinadas provincias en la última década, un periodo poco estudiado aún por los demógrafos y los economistas.
El trabajo parte de la observación de la Estadística de Variaciones Residenciales del INE y en la Estadística de Movimientos Migratorios, ambas procedentes del Padrón Municipal.
Dichas estadísticas beben de los microdatos del Padrón, que permiten ver las características de la población asentada en cualquier lugar de España (su edad y su sexo) y su lugar de procedencia (otro pueblo, otra provincia, otro país).
El periodo de estudio elegido comprende los años que van desde 2007 a 2016. Ello permite ver el comportamiento demográfico antes, durante y después de los peores embates de la crisis. Algunas provincias pierden población nada más empezar la crisis y otras, más tarde.
Si bien las estadísticas permiten observar los movimientos de población intraprovinciales, que son mayoritarios en el total de movimientos contabilizados (gente que se muda a otro núcleo de la misma provincia), este estudio se circunscribe a los movimientos interprovinciales.
Al hablar de pérdida o ganancia de población siempre nos referimos a llegada o salida de personas; no a nacimientos y defunciones. Las llegadas pueden tener procedencia extranjera o de otras provincias españolas. Las salidas igualmente reflejan las emigraciones exteriores e interiores.
Al hablar de emigración o inmigración, hay que desterrar la connotación culturalmente asociada a ambos términos relacionada con el extranjero.
Aquí, el término emigrantes define a los que se van (a otra provincia de España o fuera de España). El término inmigrates (o inmigración) se refiere a la gente que llega a una provincia, independientemente de su lugar de procedencia. Para definir el lugar de nacimiento de los habitantes se hablará de extranjeros, españoles y autóctonos (en referencia a población nacida en una provincia)
Una de las variables analizadas es la Tasa de Variación Residencial por provincias, que determina el saldo migratorio cada mil habitantes. Si es negativo significa que esa provincia ha perdido a X habitantes de cada mil producto de la emigración. Por ejemplo, la TVR de Cuenca es de -33: ha perdido a 33 de cada mil habitantes.