Labs Rurales

Juan David Reina-Rozo

¿Valdrá la metáfora de los Laboratorios Rurales?

El campo se está descampesinizando. En 1960 el porcentaje de habitantes rurales en el mundo correspondía a 66,38% de la población mundial, a 2020 fue de 44.28% y para 2050, según el Banco Mundial será de 31.6%. Es decir, en 90 años, se habrá perdido porcentualmente más de la mitad de población rural en el planeta. A 2020 existen 3.398.794.081 personas que habitan el entorno rural, no obstante, esta población tiene limitaciones para acceder a servicios públicos y derechos colectivos.

La Residencia de Plataforma Bogotá y MediaLab Prado está orientada a re-pensar y re-crear la noción de los Laboratorios Rurales (LabsRurales) y su relación con el sistema de educación formal en el medio rural. De esta forma, reflexionar y aprender alrededor de la(s) ruraldad(es), en particular sobre iniciativas emergentes que nutren dinámicas y lógicas de exploración, experimentación y creación en el contexto del Mundo rural vaciado y explotado. No obstante, la dicótoma vertical entre lo urbano y lo rural ha generado brechas en el imaginario y en la gestión del territorio, y por tanto, una limitación en el significado de las potencialidades de la(s) ruralidad(es) más allá de ser proveedor -alimentos, minerales o materiales- para las ciudades. Y en esto último, es clave la educación rural para su propia transformación, una educación hasta ahora replicada del modelo urbano / occidental.

Como antecedente a esta residencia, el autor ha tenido experiencias de acompañamiento y aprendizaje con diversas comunidades rurales. Entre ellas Campesinas, Mestizas, Indígenas y Afrodescendientes, en contextos diversos tales como Nepal (Asia), Uganda (África), España (Europa), Brasil, Perú y Colombia (Sur América).

En este marco, se dialoga con una diversidad de epistemologías y ontologías vinculadas a los territorios de referencia, en este caso de geografías en Iberoamérica. Formas de construir el conocimiento, pedagogías propias y la relación con el entorno – y mundo – alterna a la concepción hegemónica occidental del neoliberalismo. Esto lo reafirma Arturo Escobar cuando nos comenta que los y las habitantes rurales poseen una serie de capacidades de improvisacióni, basada en su interdependencia del entorno transformado y con sus redes de apoyo. La práctica de la pedagogía Campesinx a campesinx por mencionar una, así lo ha visibilizado.

Un aprendizaje por pares, cultivado en la confianza y la funcionalidad ha sido la raíz de los diálogos de saberes. Esto, a través de la exploración a lo largo del tiempo y la oralidad como mecanismo de divulgación de conocimiento y saber, frente a las dinámicas de la extensión rural que busca la estandarización y la uniformidad del hacerii.

Laboratorios ciudadanos

En los últimos años la metáfora de los Laboratorios Ciudadanos como laboratorios sin muros, lugar para la experimentación y prototipado ha calado en el imaginario de estudiantes, investigadores, activistas, makers y hasta en diseñadores de política pública y agentes de gobiernos locales, regionales y nacionales. Además de sus consideraciones conceptuales orientadas a la participación ciudadana no solo colsultiva, sino en muchos casos vinculante con acciones pública, este dispositivo puede ser complejo de llevarlo a cabo en escenarios fuera de la “ciudad”. En primera medida, desde el contexto Latinoamericano nos preguntamos ¿Cual ciudadanía? En segundo lugar, pensaríamos en la diversidad de contextos donde podría desarrollarse, dado que no existe una ruralidad, universal. La dualidad ciudad-campo, como se ha establecido, no es una dicotomía cerrada, es un continuo en su formación y relación. De hecho, se nutren en prácticas, vínculos y ecologías de saberes plurales. Así queremos hablar de la(s) ruralidad(es).

Eso lo demuestra la creación lingüística en diversas geografías alrededor del trabajo colectivo, nombrar el mundo y los vínculos entre las personas y su entorno es crucial. Palabras como Minga (Indígena), Mano cambiada, Tulpa y Juntanza (Afrodescendiente), Convite (Campesino) en el contexto Colombiano, dialogan con Mutirão originado del término tupi motyrõ en Brasil, y en el territorio del Estado Español con Andecha (Asturias), Auzolan (País Vazco), Hacendera (Castilla), Vediaus (Val d’Aran) y A torna llom (Comunidad Valenciana) denotan un ejercicio colectivo y práctico referido a asuntos comunes, ya sea en torno a los procomunes o a tareas en relación con el tejido social rural. Deseamos que desarrollar un protagonismo de estas periferias, más allá del lugar de explotación y territorios de sacrificio en los que se ha convertido el ámbito rural.

Los futuros y la vida posible.

La(s) ruralidad(es), en el imaginario popular y en la política pública son tratados como actores pasivos o beneficiarias de acciones artísticas, culturales, científicas o tecnológicas. No como agentes activos creadores de sentidos, significados, prácticas y reflexiones. Los Laboratorios Rurales, basados en está metáfora de la ciencia entonces, surgen como experiencias diversas alrededor de la creación en el campo (Ver Rural Experimentaiii). Motivaciones, intereses y quehaceres se tejen para la generación de iniciativas vinculadas a la educación, exploración, y creación cultural, científica y tecnológica de forma ampliada. Procesos que le apuestan a relacionarse desde nuevos lugares simbólicos con la(s) ruralidad(es), reinventando metodologías vivas y aportando a los sistemas de educación rural, sean estos formales o informales. Estos ámbitos rurales están siendo despoblado(s), vaciado(s), abandonado(s) y desplazado(s) sistemáticamente por causas políticas, económicas e históricas poseen potencialidades aún no reflejadas en la educación formal. Así los LabsRurales se esperan que sean herramientas de disputa no solo a nivel de narrativas, sino de praxis y transformación socio-ecológica.

De esta forma, los resultados de la residencia en MediaLab Prado se orientaron en comprender las dinámicas, relaciones y prácticas cotidianas en estos espacios de creación rural. Las actividades realizadas son la participación activa en seis iniciativas rurales de varias comunidades autónomas Españolas, así como la realización de encuentros virtuales de LabsRurales, la creación de postales sonoras, visualizaciones de datos rurales y un mapeo de alrededor de treinta iniciativas en Iberoamérica en una plataforma virtual denominada https://labsrurales.xyz.

Las dinámicas de creación rural transitan caminos llenos de barro, tierra y buenas hiervas, los cuales están generando espacios a la intemperieiv con sus limitaciones históricas y potencialidades emergentes.

Bogotá, Colombia

Septiembre de 2021